El caballo Saltarín
Había una vez un caballo llamado Saltarín.
Un día quedó con sus amigas y amigos para ir de camping. Se estaban preparando para ir hacia el camping y, una vez preparado todo, se pusieron en camino.
Al llegar al camping, instalaron la tienda de campaña y descansaron.
Por la noche, escucharon ruidos extraños pero no le dieron importancia. Pasado un rato volvieron a escuchar los mismos ruidos, pero tampoco le dieron importancia. Así una y otra vez hasta que, al final, los ruidos pararon y se hizo el silencio.
Al amanecer, hacía muy buen tiempo, desayunaron, jugaron al escondite y se escondieron. Así pasó el tiempo sin querer.
Un día quedó con sus amigas y amigos para ir de camping. Se estaban preparando para ir hacia el camping y, una vez preparado todo, se pusieron en camino.
Al llegar al camping, instalaron la tienda de campaña y descansaron.
Por la noche, escucharon ruidos extraños pero no le dieron importancia. Pasado un rato volvieron a escuchar los mismos ruidos, pero tampoco le dieron importancia. Así una y otra vez hasta que, al final, los ruidos pararon y se hizo el silencio.
Al amanecer, hacía muy buen tiempo, desayunaron, jugaron al escondite y se escondieron. Así pasó el tiempo sin querer.
Al llegar la noche, no se habían dado cuenta de que
había anochecido, y no reconocían el camino de vuelta a casa.
Por el camino, perdidos en la oscuridad, oyeron el
mismo ruido de la noche anterior. Más que un ruido era un especie de quejido.
Miraron entre los matorrales y vieron un bebé oso.
Saltarín cogió al bebé oso y salió pitando de allí.
Al llegar a
la casa de Saltarín, oyeron que alguien golpeaba su puerta con mucha rabia.
Era...la mamá osa que estaba muy furiosa y empujando
la puerta con mucha fuerza, la derribó. Saltarín estaba temblando de miedo muy
asustado.
La mamá osa se acercó a Saltarín y le arrebató al
bebé que tenía en sus brazos.
Entonces la mamá osa muy furiosa y le dijo:
-Tú, ¿por qué has cogido a mi bebé? ¿No sabes que es mío?
Saltarín le contestó:
-Ehhh, que yo no he raptado al bebé oso, sólo le quería ayudar.
-Tú, ¿por qué has cogido a mi bebé? ¿No sabes que es mío?
Saltarín le contestó:
-Ehhh, que yo no he raptado al bebé oso, sólo le quería ayudar.
Y la mamá osa le contestó:
-Ammmmm, vale ¿Entonces no has raptado a mi hijo?
-Ammmmm, vale ¿Entonces no has raptado a mi hijo?
Saltarín le contestó:
-No, si quieres podemos ser amigos.
-No, si quieres podemos ser amigos.
Y la mamá osa contestó:
- ¡Sí, claro que podemos ser amigos, jajaja!
- ¡Sí, claro que podemos ser amigos, jajaja!
Saltarín muy contento dijo:
-Muy bien, me alegro mucho de poder ser tu amigo. Vamos, te presentaré a mis amigos.
La osa contestó:
-¡Vale, sí, quiero conocerlos!
Así que, juntos se fueron a la casa de su amiga Juana y a la de todos los amigos de Saltarín.
-Muy bien, me alegro mucho de poder ser tu amigo. Vamos, te presentaré a mis amigos.
La osa contestó:
-¡Vale, sí, quiero conocerlos!
Así que, juntos se fueron a la casa de su amiga Juana y a la de todos los amigos de Saltarín.
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